domingo, 17 de noviembre de 2013

ORÍGENES DE LA HERRAMIENTA


Este concepto fue introducido por Kiichiro Toyoda (fundador de Toyota) en el año de 1924 en los telares de su empresa familiar (Toyoda Loom Works), el señor Toyoda se ideo un dispositivo el cual era capaz de detectar cuando el hilo se rompía, deteniendo la producción y evitando desperdicios o defectos en el tejido final.

Fuente: http://www.leanmdc.com/
historia.html

Posteriormente, se incorpora numerosas invenciones revolucionarias en sus telares, incluyendo el dispositivo de rotura de la trama-automático de parada (que detiene automáticamente el telar cuando se detecta una rotura del hilo), el dispositivo de suministro de urdimbre y el cambiador de transporte automático. 

Desde que el telar se detuvo cuando surgió el problema, no hubo productos defectuosos, lo que significa que un solo operador podría ser puesto a cargo de numerosos telares, lo que resulta una enorme mejora en la productividad. (Toyota, 2013)




El concepto de línea automatizada se empieza a utilizar para liberar a los trabajadores y minimizar errores relacionados con el humano. 

El concepto de Jidoka fue desarrollado debido a muchas razones, las más comunes son:
1.     Sobreproducción de bienes
2.     Tiempo desperdiciado durante la fabricación en la máquina
3.     Desperdicio de tiempo durante el traslado de material de defectuoso de un lugar a otro
4.     Desperdicio de tiempo durante el reprocesamiento de piezas defectuosas

5.     Desperdicio de inventario

Al utilizar la filosofía Jidoka, Taiichi Ohno tuvo en mente algunos objetivos específicos para esta herramienta. Pero con el avance en su ámbito, los siguientes objetivos se logran a través de su aplicación:
  1. Utilización efectiva de la mano de obra
  2. El artículo producido será de primera calidad
  3. Menor Tiempo de entrega de productos
  4. Reducción en la tasa de falla del equipo
  5. Incrementar el nivel de satisfacción del cliente
  6. Aumentar la calidad dle producto final
  7. Bajar costos (Internos, Externos y Costos de evaluación, etc.) (Olofsson, 2011)












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